Resulta que limpiar este lío de datos fue una aventura completamente nueva. Pero en el próximo capítulo, verás cómo, con un poco de trabajo de detective y algo de ayuda de nuestro espía amante de los datos, pudimos optimizar nuestro puesto de limonada y convertirnos en la envidia del vecindario!
¡Nuestro puesto de limonada fue un gran éxito, pero las filas eran una pesadilla! Sabíamos que necesitábamos que nuestro espía de datos (Process Mining) nos ayudara, pero primero teníamos que proporcionarle buena información. Eso significaba una inmersión profunda en el mundo de la extracción de datos, básicamente, encontrar todas las pistas ocultas sobre nuestros clientes y convertirlas en algo que nuestro espía pudiera entender.
Esto es lo que descubrimos:
No fue fácil, pero con un poco de esfuerzo y una dosis saludable de curiosidad, logramos desenterrar un tesoro de datos. En el próximo capítulo, veremos cómo limpiamos este desorden y finalmente a nuestro espía de datos trabajando para nosotros!
Teníamos una montaña de datos, gracias a nuestros heroicos esfuerzos de extracción (ver Capítulo 3). Pero agárrense los sombreros, porque estos datos eran un revoltijo – algo de información útil de clientes, unos garabatos al azar, y un montón de cosas que simplemente no necesitábamos. ¡Era hora de una desintoxicación de datos!
El filtrado se convirtió en nuestro nuevo mejor amigo. Piensa en ello como ordenar una caja de herramientas desordenada. Comenzamos con lo básico (delimitación de amplio) cuando extraímos los datos. Ahora, era momento de adentrarnos en los detalles (delimitación de fino).
Así abordamos el reto de filtrado:
Con los datos relucientes y limpios (bueno, mayormente limpios), finalmente era tiempo de desatar el verdadero poder de nuestro espía de datos (Process Mining) en el próximo capítulo! Exploraríamos diferentes técnicas como el descubrimiento, conformidad y mejora para diagnosticar los problemas de nuestro puesto de limonada y convertirnos en la operación de limonada más eficiente de la cuadra!
Nuestra desintoxicación de datos (Capítulo 4) hizo maravillas, pero todavía había un paso crucial antes de liberar a nuestro espía de datos (Process Mining) – ¡el cambio de imagen de datos! Imagina un cliente entrando a nuestro puesto con un billete arrugado. No lo rechazaríamos, pero sería mucho más fácil manejarlo si el billete estuviera nítido y limpio. Esa es la idea detrás de la limpieza de datos.
Esto es lo que necesitábamos hacer:
No fue la parte más glamorosa de la aventura, pero con un poco de manipulación de datos y un pensamiento claro, ¡finalmente tuvimos un conjunto de datos limpio! Con estos datos que nuestro espía de datos transformó, descubrimos los secretos detrás de nuestras largas filas y convertimos nuestro puesto de limonada en un faro burbujeante de eficiencia (¡y delicia)!